A lo largo de nuestra trayectoria nos hemos encontrado con numerosos autónomos y pequeñas empresas que trabajan sin parar, facturan, pagan proveedores, cumplen con los clientes…pero…. cuando llega el trimestre, el corazón se les sube a la garganta,
no saben cuánto ganan realmente, no tienen control de sus cobros y, casi siempre, el dinero no llega para pagar los impuestos, entonces toca fraccionar, aplazar o pedir un crédito, y suma y sigue.
Si te pasa, no es que seas mal empresario. Es que nadie te enseñó a llevar las riendas administrativas de tu negocio.
Todo empieza por cosas pequeñas:
- Unas facturas sin registrar.
- Un par de recibos “ya los anotaré luego”.
- Un trimestre que llega sin saber cuánto has ingresado.
Pasan los días y la bola crece, lo que eran ‘un par’, se convierten en ‘la montonera’, y el caos administrativo acaba costándote dinero:
- Pérdida de deducciones por no justificar gastos.
- Multas e intereses por presentar tarde.
- Falta de liquidez que bloquea tus decisiones.
Y lo peor: el estrés constante de sentir que tu negocio te lleva a ti, no al revés, esa terrible frustración que, a veces, nos hace entrar en bucle y paralizarnos.
Una vez llegada la frustración que, a veces, nos hace entrar en bucle y paralizarnos desembocando en soluciones erróneas como por ejemplo:
- “No tengo tiempo” → perder el control te quita mucho más.
- “Ya me lo mirará la asesoría” → sin tu implicación mínima, ni el mejor asesor puede prever tu liquidez.
- “Esto es demasiado técnico para mí” → no necesitas ser contable; solo tener orden.
- “Si vendo más, se arregla” → sin control financiero, más ventas pueden significar más caos.
Déjame decirte que esto tiene solución, no hace falta una gran revolución, sino empezar por pasos sencillos:
- Dedica una hora fija a la semana para revisar ingresos, gastos y cobros pendientes.
- Guarda un porcentaje fijo de cada ingreso para impuestos (aunque sea en otra cuenta).
- Digitaliza tus facturas y tickets: el papel se pierde, el archivo digital no.
- Pide previsiones a tu asesoría: saber con antelación cuánto tendrás que pagar cambia todo.
- Rodéate de ayuda: una asesoría que te acompañe y te enseñe a controlar tu negocio, sin tecnicismos.
En Asesoría Navarro ayudamos a autónomos y pymes a poner orden en su negocio, paso a paso.
Nos ocupamos de la contabilidad, fiscalidad y consultoría, pero también te enseñamos a entender tus números, para que nunca más llegues al trimestre con miedo.
Trato cercano, respuestas en 24-48 h y atención presencial o telefónica cuando lo necesites.
Tu empresa no necesita más horas de trabajo: necesita claridad.
Poder mirar tus cuentas y saber dónde estás.
Porque cuando entiendes tus números, tu negocio respira… y tú también.
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